LOS CAMINOS DEL ARTE

Democratizar el arte




La “Boutique de arte directo del artista” invita a mas de 250 artistas emergentes y consagrados a exponer su arte a bajos precios y sin intermediarios.
BADA reúne artistas de diferente índole y busca lograr que puedan vender sus obras y crecer mediante su autopromoción, más allá de la producción de cada artista, de su procedencia, o de su forma de vivir el arte. Este año fue la sexta edición de la feria, que entre sus cuatro días de duración reunió a 60.000 personas con más de 250 artistas, para ayudarlos a que formen parte de manera visible en un mercado que en la Argentina todavía tiene mucho desarrollo por delante.
La jornada arrancó con la apertura del evento a cargo de Ana Spinetto, artista y organizadora de BADA, que introdujo la exposición, agradeció a la prensa y a los artistas presentes, e hizo una mención especial a Milo Lockett que dijo a sus pares: “Es de vital importancia que defendamos espacios como este ya que sirven de plataforma para que los artistas emergentes, o aquellos que están en la periferia despeguen en su carrera”, expresó el reconocido artista.
A 14hs se abrieron las puertas del salón principal y los artistas fueron a sus respectivos puestos a reencontrarse con sus obras. Los visitantes, en cambio, antes de llegar al salón debían pasar por un pasillo oscuro donde había expuesta una gran obra. Esta estaba compuesta de materiales reciclados por la cooperativa El Ceibo, que junto a cartoneros y artistas trabaja para la construcción de estas obras.

La obra de la cooperativa El Ceibo fue una de las más grandes de la exposición. (Créditos: Camila Filadri)

La obra de la cooperativa El Ceibo fue una de las más grandes de la exposición. (Créditos: Camila Filadri)

La obra de la cooperativa El Ceibo fue una de las más grandes de la exposición. (Créditos: Camila Filadri)
El salón principal estaba dividido en distintos puestos en forma de cubículo donde cada artista se ubicaba junto a sus obras. Estas variaban entre esculturas, fotografías, pinturas y grabados. Con la idea de que cualquiera pueda ser coleccionista, se estableció un costo máximo de 2000 pesos para cada obra. De todos modos, no todo el arte se encontraba en estos cubículos, la feria ofreció también una variedad de obras de mayor tamaño al igual que la de la cooperativa El Ceibo. Entre ellas una exposición de caballos de cerámica pintados por Mario Lange, una obra denominada proyecto sobremesa, compuesta por objetos y personas, un colectivo psicodélico con un escrito que le deseaba suerte a todos los artistas, y un sector de realidad virtual para que cada artista o visitante se acerque y cree su propio arte 360°.

Mario Lange y su obra con caballos que decoraron toda La Rural. (Créditos: Camila Filardi)

Obra denominada "Sobremesa" con el fin de volver a las comunicaciones personales. (Créditos: Camila Filardi)

Espacio de realidad virtual para crear una obra 360°.(Créditos: Camila Filardi)

Mario Lange y su obra con caballos que decoraron toda La Rural. (Créditos: Camila Filardi)
Con el correr de las horas la exposición fue llenándose con visitas de todas las edades, desde jóvenes y adultos hasta niños, quienes contaban con sectores como el de Contuarte donde, estimulados por el entorno, podían participar creando sus propias obras. “Es importante que los chicos tengan espacios como este para poder expresarse a su manera a través del arte, y aún más en un lugar como este, donde se puedan sentir verdaderos artistas”, expresó Karina Battat, fundadora del proyecto.
A eso de las 18hs la feria ya tenía una gran cantidad de visitantes y los artistas comenzaron a interactuar con el público y exprimir cada segundo de su tiempo. “Es la primera vez que hago algo así y todavía me da un poco de cosa […] al mostrar mi arte me estoy exponiendo frente a gente que no conozco”, explicó Paula Morando, una de las pocas artistas que a pesar de formar parte del mercado hace años, expuso por primera vez en una feria de este índole. “Creo que espacios como estos son importantísimos porque más allá de vender, puedo promocionar mi arte a miles de personas a las que de otra forma no hubiera llegado”, concluyó.
Llegado el final de la jornada, Ana Spinetto se mostró satisfecha con la convocatoria y concluyó que gracias a BADA están logrando volver a activar el mercado del arte, y a su vez hacerlo más accesible para el público. “La idea es que todos puedan ser coleccionistas”, cerró.









Por: Thomas Darch